martes, 27 de junio de 2017

La DEA volvió a colaborar con la Argentina después de seis años

Retorno. La DEA volvió a colaborar con las fuerzas de seguridad argentinas luego del papelón protagonizado por el excanciller Héctor Timerman en 2011 con el decomiso en Ezeiza de material que venía en un avión norteamericano.Por Mauro Federico - Ambito.com
El operativo “Bobinas blancas” marcó el retorno de la agencia antidrogas norteamericana al país. El Gobierno celebra, pero procura no herir la susceptibilidad de las fuerzas de seguridad locales.

Retorno. La DEA volvió a colaborar con las fuerzas de seguridad argentinas luego del papelón protagonizado por el excanciller Héctor Timerman en 2011 con el decomiso en Ezeiza de material que venía en un avión norteamericano.

Cuando la semana pasada una investigación de la Policía Federal Argentina desbarató una organización que pretendía traficar dos toneladas de cocaína desde el puerto de Bahía Blanca hacia algún destino europeo camufladas en bobinas de acero, este diario deslizó un dato que generó inquietud en cierto sector de las fuerzas de seguridad: que el operativo había contado con la colaboración de la agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA). "El mérito del trabajo fue enteramente nuestro", le manifestó un alto jefe de la fuerza a este cronista en respuesta a lo que suponía un intento por menoscabar el rol de la Policía en el trabajo. Pero la información era precisa. La detención de un grupo de mexicanos ligados a los carteles que operan en la región de Michoacán, había sido producto de un chequeo efectuado gracias a la colaboración de los agentes norteamericanos en los bancos de datos que maneja el organismo con tentáculos en todo el planeta.

"La DEA no se va a entrometer jamás en una investigación de nuestras fuerzas federales, por el contrario, sólo va a colaborar a solicitud del Gobierno argentino y esto fue lo que hizo en esta oportunidad", explicó un funcionario del Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich. La fuente, con despacho en el edificio de la calle Cavia, dejó en claro cuál es la posición de la administración Cambiemos respecto a este tema: "el kirchnerismo destrató a todas las agencias internacionales porque detrás de cada intento por colaborar, vislumbraba una operación contra el país, lo cual promovió que se cansaran y nos retiraran cualquier tipo de ayuda; nosotros hemos venido reconstruyendo este vínculo durante los últimos 18 meses y hoy podemos decir que la colaboración es plena, ya que ambos entendimos que el intercambio de información es clave para obtener resultados satisfactorios en la lucha contra el narcotráfico", explicó el funcionario.

No es la primera vez que las agencias de seguridad e inteligencia transnacionales evidencian gestos colaborativos en el combate contra el crimen organizado, desde que Mauricio Macri asumió como presidente. La asistencia prestada por la Homeland Security en la supervisión de los ciudadanos sirios que reclaman refugio; el intercambio de información con la DGSI francesa para identificar a presuntos terroristas que operan en la Unión Europea; la relación con la Policía Federal de Brasil para la detección y posterior detención del responsable del golpe a Prosegur; y la capacitación y apoyo logístico a los gendarmes que participan de la Task Force con base operativa en la provincia de Salta, son algunos de los hitos que marcan este cambio de estrategia por parte del Gobierno argentino.

"Es necesario institucionalizar los canales de intercambio, reordenando las asimetrías que existen con los otros países, para que la información ingrese por los carriles adecuados y con la celeridad imprescindible en este tipo de investigaciones", explicaron fuentes gubernamentales. Durante la reciente gira de Germán Garavano a Washington se acordó la interrelación entre el Departamento de Justicia norteamericano y el ministerio argentino para canalizar estos registros. "Debemos tener en cuenta que la criminalidad organizada no tiene ideología, no es de derecha, ni de izquierda, todos los países tenemos que coincidir en combatir al mismo enemigo, a pesar de nuestras diferentes perspectivas ideológicas", agregó el funcionario consultado.

¿Por qué se fue?

Son varios los que recuerdan el episodio que motivó el retiro formal de la DEA de las oficinas que ocupaba en la embajada norteamericana. Fue en 2011, durante el Gobierno de Cristina de Kirchner, cuando un avión C-17 Globemaster III perteneciente a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos fue retenido en el aeropuerto de Ezeiza, requisado y parte de su carga decomisada por orden del ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman. El incidente, que generó gran malestar en la administración de Barack Obama, estuvo motivado en la sospecha de que la aeronave tenía "armamentos, tecnología en comunicaciones y sustancias prohibidas", lo que el canciller interpretó como una "violación" a las leyes argentinas y un "peligro para la seguridad nacional". Todo terminó de la peor manera.

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